Un viaje de ida y vuelta hacia la historia de Berisso en un tranvía que traspasa la barrera del tiempo y crea un estremecimiento profundo de recuerdos, mediante la unión y evocación de épocas distintas.
La mirada del pasado intuyendo el futuro. La mirada del futuro observando el pasado. Con un tranvía cargado de ilusiones, sin paradas, en busca de la alegría de sus calles más queridas.
Un sol, las esquinas de Berisso que siguen estando en la memoria de la gente, eran un punto de encuentro, el maravilloso cara a cara. Un espacio cultural y social construido por los propios vecinos que originaban un vínculo emotivo, lleno de sentido.
El destino de los barcos y el arribo de los inmigrantes, las nuevas identidades étnicas, la mancomunión entre el barrio y el trabajo, como símbolo de toda una vida.
Berisso y sus habitantes pueden darse la mano y mirarse en un idéntico espejo: el de la solidaridad y el esfuerzo. Ciudad bendecida por el sudor de su pueblo.
Una historia que no escapa a la Argentina, en el anhelo entre todos de un porvenir más promisorio.
Oscar A. Alcoba